La cerradura es una de las partes más importantes de toda la estructura de una taquilla, le otorga seguridad y custodia, cuando se deja objetos dentro de un locker, es la esencia para que una taquilla cumpla su cometido.

Las cerraduras para taquillas se dividen en dos grandes grupos: Cerraduras mecánicas y electrónicas.

Cerraduras mecánicas

Cerraduras de llave: Las clásicas cerraduras de llave, pueden ser amaestradas o sin amaestrar, existe la posibilidad de cerradura resbalón, con cilindro extraíble y amaestrado, permite cerrar la puerta sin tener que utilizar la llave.

Su uso es generalizado para muy distintos negocios y sectores en situaciones en las que el tenedor de la llave va a ser el mismo usuario de la taquilla.

Pomo para candado: De esta manera el usuario pone un candado para cerrar la taquilla, se puede encontrar pomo en poliamida y pomo metálico, todas estas con giro de 180°, recomendable para negocios con alta rotación de personal, donde no siempre la misma persona use cada taquilla.

Cerradura de monedero: Es popular en establecimientos de tipo supermercados, donde se inserta una moneda para bloquear la taquilla y se recupera una vez la liberes, está indicado para todo tipo de taquilla y lleva cilindro extraíble y amaestrado.

También se puede añadir un cajetín depósito para cobrar por cada uso, de este modo, para recuperar la moneda es necesario dejar la llave, solo es posible acceder a la taquilla previo depósito de la moneda.

Cerradura de combinación: Permite operar la taquilla sin llaves, mediante una combinación numérica, disponen de una llave maestra para recuperar la combinación en caso de olvido y poder abrir la taquilla, ideadas para empresas de alimentación, en colegios, y en cualquier otro tipo de organización o negocio. En el que se quiere o evita llevar algo físico para abrir la taquilla.

Cerraduras electrónicas

Cerraduras de combinación: Estas no precisan de llave, ya que cuentan con teclado numérico, para que el usuario introduzca un código de 4 dígitos para abrir o cerrar la taquilla.

Existen dos tipos de usos para las taquillas con esta modalidad de cerraduras: la de uso compartido, en esta funcionalidad las cerraduras están diseñadas para las taquillas que van a ser utilizadas por múltiples usuarios, el usuario elige la taquilla disponible y opera con una contraseña seleccionada por el mismo.

Cuando la taquilla se desocupa, queda disponible para un usuario diferente, que puede introducir una nueva combinación.

Cuando esta es de uso asignado, la cerradura está programada para taquilla de uso privado, al usuario se le asigna la taquilla y opera siempre el mismo código.

Cerraduras electrónicas de proximidad: Funcionan por radiofrecuencia, se activa acercando una tarjeta codificada al lector de la misma, disponen de apertura de emergencia.

Las cerraduras electrónicas permiten distintas configuraciones y personalizaciones mediante un software, como: aperturas a horas programadas, luces de disponibilidad, conocer la información de las aperturas, entre otros.

Las cerraduras para taquillas, son cada vez utilizadas en las compañías para resguardar los objetos personales de los empleados, además de objetos o documentos de valor de la compañía.